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Ayer nos propusimos acudir a visitar las casas que se abrían en el Cabanyal y asistir a un recital de poesía a propósito de estas jornadas de
Portes Obertes. Tras dos horas de peripecias en Metrovalencia, un café, tres metros, un paseo, un tranvía, la sensación de que Halloween se había adelantado una semana (más abajo explicaré porqué); llegamos al carrer de la Barraca, 179, vamos, ¡a ca´Fernando! Tras dudar un poco, porque no estamos acostumbradas a entrar en casas ajenas por mucho que tengan la puerta abierta, subimos a su salón, fuimos bienvenidas y vivimos una sesión de poesía combativa y coloquio que nos dejó a las dos con la sensación de estar en una reunión clandestina a la que los grises llegarían en cualquier momento a sacarnos a palos o de estar en medio de una película con poeta argentino incluido. Tras dos horas decidimos que era momento de marcharse, porque la cosa tenía pinta de alargarse hasta la madrugada en ca´Fernando y no era plan...
Hago un inciso para hacer una relación de todos los personajes disfrazados o no, pero que pasarían desapercibidos en una fiesta de disfraces por su atuendo habitual: un señor con capa, otro con garfio, un Michel Jackson, un mafioso, Keanu Reeves en Matrix, una mariquita, una oso panda, un grupo de reinas de la disco (vale que éstas tenían pinta de despedida, y quizás esto no debería contar)... y seguro que me dejo a alguien...
Cogimos el bus, aborrecidas del metro, y llegamos al centro.
Fuimos directas al
Kiosko a picar algo para cenar... ¡viva la grasa, viva el stress y viva la cerveza! ¿Para qué vas a tomarte una caña pudiéndote tomar dos dobles?
Y en lugar de hacernos el café allí, porque teníamos varios buitres alrededor, nos fuimos a
Mata-Hari a tomarnos un té (de gingseng y violetas, ¡increíbles!).
Y de ahí a callejear por el
Carmen, por calles inusuales, descubriendo casas deseadas... Con un mechero medio roto que una desconocida nos acabó de joder y que cambiamos por uno horrible pero de
"one fifty" y sonrisas. Acabamos sentadas en las escaleras de la Plaça de la Mare de Deu. Esperando a Carles, pero sin un momento para aburrirnos. Escuchando las historias en italo-spagnolo de un calabrés cincuentón pero enamoradizo con dos perros preciosos, viendo cómo trepaban a la fuente en plan Raul en la Cibeles, sorprendidas por un skater que llegó con una silla para saltar, pero que cada intento era una caída; descojonadas de oir al viejo rapero y su base acompañante a la pata coja... Al sentarnos comentábamos la vida que tenía la plaza,un lugar donde se puede encontrar de todo, y en media horita de sentarse y observar, lo comprobamos. Llegó Carles y nos salvó de que se agotasen los paquetes de tabaco a pesar de que nosotras no nos los fumábamos...
Y empezó la noche de
"los políticos progres salen de fiesta". Camino del
café Lisboa nos cruzamos con
Carmen Alborch, una vez nos sentamos el el café y ya con nuestras birras, gins y mohitos en la mesa; se nos sentó al lado
Enric Morera. Y en estas estábamos cuando apareció Mauro (Mario Fernández según la ocasión...). Cuando decidimos salir de allí, resulta que también estaba
Jorge Alarte... confirmando todas nuestas sospechas.
Y ya de allí intentamos ir a bailar un poquito entre
Pinball y
ADN, pero el día ya pesaba y las masas no nos dejaban respirar.
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Pues sí, sí... ¡ya tenemos entradas para todo!
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